El Banco Nacional de México a través de Fomento Cultural Banamex, A. C., el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Fundación Amparo y el Museo Amparo presentan la exposición: El retorno de la serpiente. Mathias Goeritz y la invención de la arquitectura emocional. Después de presentarse en el Museo Reina Sofía del 12 de noviembre de 2014 al 13 de abril de 2015 y en el Palacio de Iturbide, sede de Fomento Cultural Banamex del 28 de mayo al 13 de septiembre de 2015, ahora se presenta en la ciudad de Puebla, Puebla, en el Museo Amparo.
La muestra pretende ofrecer una lectura original y rigurosa del trabajo de este artista alemán exaltando el valor visual, plástico y procesual de sus propuestas teóricas y estéticas, desarrolladas desde su llegada a México en 1949. El principio sobre el que se articula el discurso expositivo es el de la “arquitectura emocional”, planteado por Goeritz en su artículo homónimo (1954), y que se convirtió en el eje dinamizador y fundamento teórico y estético de su trabajo realizado en el contexto de la Guerra Fría. Con él apelaba a la necesidad de idear espacios, obras y objetos que causaran al hombre moderno una máxima emoción, frente al funcionalismo, el esteticismo y la autoría individual.
En México, Goeritz condensó sus principios estéticos con la formulación de un arte público diferente, a partir de un lenguaje sintético y soluciones geométricas asociadas a la idea de modernidad y progreso económico. También incorporó a su obra escalas colosales, articuladas a una estética de conmoción del espectador, arraigada en sus años formativos alemanes en los que la estetización de la política conformó un sedimento sensible presente en su planteamiento de arquitectura emocional. Sin restringirse a la construcción de edificios y pudiendo integrar pintura, escultura, gráfica o poesía visual, su obra sirvió como dispositivo durante la Guerra Fría para confrontar al arte figurativo y de mensaje que a mediados del siglo XX predominaba en la escena mexicana.
El arte de Goeritz es un arte estratégico, de agitación cultural; un arte constructor de espacialidades en las cuales se establecen nuevas relaciones y sentidos. Un arte de mediaciones que incorpora las instancias donde éste circula o se valida (Museo Experimental El Eco); que recurre a las formaciones artísticas (el grupo Los hartos); que utiliza la historia y los grandes sistemas de creencias (la serpiente y la pirámide; la cruz y la estrella de David); y que combina la actividad del artista con la del intelectual que escribe y opina sobre arte.
Acercarnos a su trabajo obliga a considerar una obra involucrada con la agencia cultural, la cual intenta perturbar la subjetividad del espectador. El interés despertado hoy por los aspectos de circulación y recepción en el arte relacional, contextual y participativo, contrasta con el desarrollo de esa modalidad de mediación artística con que Goeritz experimentó hasta su muerte.