Con motivo de la celebración de la Navidad, El Banco Nacional de México, a través de Fomento Cultural Banamex, A. C., se complace en presentar la muestra Nacimientos. Arte y tradición.
Los excepcionales trabajos de arte popular que conforman esta co lección de obras relacionadas con la Natividad de Jesús, son producto de la extraordinaria capacidad creadora de talentosos artistas que forman parte del Programa de Apoyo al Arte Popular que Fomento Cultural Citibanamex ha impulsado desde hace más de dos décadas.
El programa congrega algunos de los más ilustres artistas populares de nuestro país, con el propósito de que su maestría en la técnica y ejecución no se pierda, así como de conservar nuestras tradiciones transmitidas de generación en generación, y que las condiciones de creación en el ámbito de los talleres donde estas obras son elaboradas se preserven en todos los aspectos, desde la concepción de este trabajo siempre de origen comunitario —pero en el que cada artesano pone su toque personal—, hasta los diseños que los caracterizan.
El Programa de Apoyo al Arte Popular planteó la generación de un modelo que, sin duplicar esfuerzos de otras instituciones, aporte elementos para revertir la tendencia a la extinción del arte del pue blo. Su base fundamental es la consolidación de los talleres en los que se producen piezas de excelencia, con una tradición que marca las pautas de la identidad cultural de los artesanos.
Por medio de los talleres de capacitación y actualización, se ha mejorado la producción y se ha favorecido la generación de empleos que permiten mantener la identidad y el arraigo de la población.
Asimismo, a través de la edición de libros y fascículos, paulatinamente se ha renovado el interés en la elaboración y adquisición de artesanías de gran calidad artística. Mediante el apoyo a la comercialización, se ha intentado abrir nuevos mercados que revitalicen al arte popular como actividad generadora de ingresos para los artesanos y sus familias.
Otro objetivo es difundir por diversos medios —como lo es esta muestra que hoy presentamos al público— estos testimonios de la forma de ser y de hacer de estos baluartes de la cultura mexicana.
La muestra que ahora se presenta está conformada con las bellas obras de más de 136 Grandes Maestros que fueron cuidadosamente seleccionadas y reunidas entre los años 2000 y 2023 y abarcan 66 localidades ubicadas en 19 estados de la República Mexicana.
El público visitante podrá realizar una lectura de la representación del nacimiento de Jesús en la sorprendente narrativa de los célebres árboles de la vida de Metepec, Estado de México; la maestría en la elaboración de figuras de barro modelado y moldeado de Tlaquepaque y en la calidez del barro bruñido de Tonalá, Jalisco. Asimismo, admirará las sorprendentes muestras de ejecución de las técnicas del barro de Atzompa y del barro negro de San Bartolo Coyotepec, y la precisión de las maderas talladas y policromadas de San Agustín de las Juntas, Oaxaca; la gracia y el majestuoso colorido de la ma dera esculpida y laqueada de Temalacatzingo, Guerrero.
De igual manera apreciarán los prodigios de las figuras de cera de Salamanca, Guanajuato y la plumaria de factura precisa tal como se hacían en los talleres del siglo XVI.
Esta muestra del trabajo de los Grandes Maestros del Arte Popular Mexicano, reconocidos y galardonados por su ejecución sorprendente, nos invita a disfrutar de las fiestas decembrinas y la tradición de los nacimientos.
Uno de los eventos más importantes para el mundo cristiano es el nacimiento de Jesús, por lo que ha sido motivo de representación en pinturas y bajos relieves de tipo devocional, los cuales se remontan a los primeros siglos de nuestra era. Esta celebración tiene su origen durante la segunda mitad del siglo III y primer cuarto del siglo IV, cuando importantes teólogos se reunieron en asamblea y determinaron como el día del Christus Dei el 25 de diciembre, fe cha en la que se hacen coincidir este acontecimiento con las tradiciones de cultos paganos y las celebraciones romanas; es en el papado de Julio I, a iniciativa de San Cirilo, obispo de Jerusalén, que se confirma esta fecha.
La costumbre de recrear el nacimiento de Jesús como una representación personificada alrededor del pesebre de Belén, tal y como lo relata el evangelio de San Lucas (2, 120), data del siglo XIII. Es a San Francisco de Asís a quien se le atribuye, en el año de 1223, la escenificación en vivo del primer nacimiento en la cueva de Greccio, en Umbria, para conmemorar la Natividad de Jesús con la autorización del Papa Honorio III. Dicho evento cobra gran importancia y rápidamente se extiende al resto de la región que hoy constituye Italia.
Con el tiempo, en la escenificación se sustituyó a los personajes rea les por tallas de madera policromada de tamaño natural, pero es hacia la segunda mitad del siglo xvii, y en particular durante el XVIII, que alcanzan su mayor apogeo en toda Europa. Entre los nacimientos destacan los de factura napolitana y es en España en donde se le da el nombre de Belén. El hecho de que fuesen principalmente de tamaño real hacía que su instalación se llevara acabo en las iglesias, conventos y palacios, en donde recibían la visita de los fieles en Navidad seguida de gran entusiasmo y devoción. Este hecho propició el deseo del pueblo de instalar en sus casas belenes semejantes a los expuestos en las iglesias, lo que, por su carácter intimista y devocional, sumado a la menor disposición de espacio, obligó a la reducción de las figuras y a la variedad en el uso de materiales para su elaboración, dando lugar a una tradición artística y artesanal sin límites.
Con la conquista del Nuevo Mundo esta tradición viajó con las primeras órdenes de religiosos encargados de la evangelización, sabemos que fray Pedro de Gante celebró el nacimiento de Jesús hacia el año de 1528, al preparar cantos y rezos para los indígenas, a quienes hizo venir de diversas regiones. Estas celebraciones tornaron rápidamente en una tradición que rebasa su carácter evangelizador, estableciéndose como costumbre entre los novohispanos durante las fiestas decembrinas y que prevalece hasta nuestros días. Así, la representación del nacimiento de Jesús se convierte en una maravillosa obsesión para las manos artesanas, la riqueza de la gran diversidad cultural de los pueblos se refleja en su imaginario y en la infinita posibilidad de expresión en la creación de nacimientos elaborados por los Grandes Maestros del Arte Popular Mexicano.
Dirección General y proyecto museográfico
Cándida Fernández de Calderón
Investigación y curaduría
Cándida Fernández de Calderón
Coordinación de la exposición
Rocío Blázquez Peredo
Coordinación del montaje
Rocío Blázquez Peredo
Román Ruíz Pérez
Mariana Martínez Dávila
Silvia Martínez del Olmo
Producción audiovisual
Fernando Gómez Goyzueta
Producciones Volcán
Coordinación desarrollo académico y difusión
Juan Carlos Almaguer Meléndez
Yadira Vázquez Jiménez
Erika Hernández Garduño
Coordinación de servicios educativos
Javier Ramírez Mancera
Claudia Caloca Hernández
Montaje de obra
Alberto Peñaloza López
Diego Bobadilla López
Monserrat Pérez Barbosa
Luis Zamora Pérez
Adrián Ochoa Martínez
José María Pérez Hernández
Martín Barbosa López
Jesús Alberto Hernández Cabrera
Ramón Oliva Gutiérrez
Luis Eduardo Ramírez Jerónimo
Conservación
Straulino Restauración
Erika Lepe Romano
Gestión de seguros
Karla Solache Guadarrama
Silvia Martínez del Olmo
Mariana Martínez Dávila
Coordinación editorial
Carlos Monroy Valentino
Larissa Espinosa Amaya
José Octavio Hermman Cortés
Mobiliario museográfico
Emreytza
Dorador
Julián Luna Flores
Gráfica
Quadrante Plástico
DICOE
Iluminación
Roberto Díaz
Traslado de obras y montaje
Artpack