El caso del plagio de la blusa de Oaxaca

Ante la acusación de plagio por parte de la diseñadora francesa, Isabel Marant Etoile, sobre la producción y venta de una blusa con los patrones y diseños de Xaam nïxuy de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, la marca expresó en un comunicado en el que Marant:

· Negó haber levantado una patente de los diseños bordados de las blusas de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca.
· Tampoco solicitó una autoridad para evitar que los habitantes del municipio de Oaxaca puedan reproducir y vender sus diseños.
· Reconoció que estos diseños proceden del pueblo de Santa María Tlahuitoltepec, en la provincia de Oaxaca, en México.

El polémico caso inició cuando la diseñadora publicó su Colección Primavera – Verano 2015 en su sitio web, mostrando una prenda a la venta con los diseños de la comunidad de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, sin mencionar el debido crédito ni reconocimiento como el origen de su «inspiración», obteniendo ganancias sin retribuirlas a sus creadores. En enero de este año la cantante oaxaqueña Susana Harp, a través de su cuenta de twitter, denunció la venta de esta misma prenda en la tienda de Neiman Marcus.

Ante la reacción indignada de los artesanos oaxaqueños y los mexicanos en los medios de comunicación, la empresa Antik Batik, para quien la diseñadora hizo estas prendas, inició un proceso legal para reclamar el registro del diseño de los bordados, demandando a la diseñadora por afirmar que el diseño le pertenecía, a lo que ella respondió declarando que su inspiración efectivamente provenía de la comunidad de Mixe y no de la marca francesa.

Este 19 de noviembre de 2015, la comunidad mixe y los mexicanos han alzado la voz después de que se diera a conocer un rumor acerca de que el ayuntamiento de Tlahuitoltepec recibió un supuesto requerimiento por parte del Gobierno Francés, en el cual se prohíbe la producción y venta de estas prendas hasta que la comunidad oaxaqueña pague las regalías correspondientes a la empresa francesa. Esta información es falsa. El presidente municipal de la comunidad, Erasmo Hernández, en un comunicado oficial negó haber recibido un documento de cualquier tipo proveniente del gobierno francés.

Sin embargo, este caso es una llamada urgente: el pueblo mexicano debe exigir la creación de un marco legal para proteger los derechos de la marca colectiva de las comunidades artesanales en todo el país.

La Comunidad de Santa María Tlahuitoltepec Mixe de Oaxaca

A través de su Presidente Municipal, hacen el siguiente llamado:

1. Que reconozcan que la blusa de Tlahuitoltepec, sus elementos y sus motivos gráficos que la componen representan la identidad de la comunidad. No restringen su variación en cuanto a diseño, uso o aplicación. El patrón gráfico representa un patrimonio colectivo que recrea y representa a la cultura, por lo que no permite la posesión de un sólo autor.

2. Que la diseñadora Isabel Marant Etoile retire este diseño, detenga la producción bajo su firma y repare económicamente los daños ocasionados a los afectados por el plagio.

3. Invitar a Isabel Marant a conocer a las tejedoras y artesanos que producen estas blusas en los talleres de Santa María Tlahuitoltepec desde hace cientos de años, para que conozca su proceso de elaboración y reconozca de facto su diseño de origen.

4. Invitar a la sociedad civil y a las autoridades federales nacionales e internacionales correspondientes, a lograr la legitimación de la herencia del colectivo, que son también productos de autosustento para las familias.

5. Que las autoridades actúen para informar a las comunidades sobre el debido y efectivo proceso legal que deben ejercer para patentar sus diseños como una marca colectiva de cada región, ya que si no casos como éste continuarán vulnerando y faltando al respeto de su identidad cultural. 


La Propiedad Intelectual y la Marca Colectiva

Ante esto, instituciones tanto públicas como privadas expresan su apoyo, pero hace falta el desarrollo de un marco legal efectivo que proteja al arte popular textil mexicano en general.

La verdadera ayuda para evitar que casos como este se repitan y afecten a las comunidades artesanales debe provenir de las instituciones gubernamentales responsables, quienes tienen el deber de defender la marca colectiva implícita que ya existe en cada cultura, pero que necesita contar con un marco legal nacional con impacto internacional.

Se debe configurar un proceso legal para facilitar la creación de registros de esta marca colectiva, adecuándose a las necesidades y posibilidades de los artesanos, sin obstaculizar su seguimiento y desarrollo. Crear un registro de los patrones, motivos gráficos y elementos, para manifestar una patente colectiva que tenga reconocimiento universal.

Las instituciones que apoyan el desarrollo del arte popular buscan que casos como éste sirvan de lección urgente para mejorar los derechos de protección y producción de las artes populares y de sus artífices en México.